martes, 8 de febrero de 2011

¿Riesgo de virus en la TV Digital?

Cualquier dispositivo con capacidad de memoria y procesamiento es potencialmente un objetivo para virus informáticos. Y evidentemente, cuanta más capacidad y complejidad del sistema “anfitrión”, mayor poder y recursos disponibles para los virus.

Ahora bien, es importante tener en cuenta que los virus no necesariamente son software malicioso creado en forma intencional, sino que estos también pueden aparecer por “generación espontánea” como resultado de fragmentos de software mal depurado, que no ha pasado por un estricto proceso de debugging, y que por tanto podrían tener un comportamiento errático llevando a provocar efectos inesperados y potencialmente desastrosos o destructivos. Un caso simple puede ser por ejemplo un bucle lógico que por alguna razón se quede sin salida y deja el flujo del programa atrapado en una rutina capaz de saturar la memoria de procesamiento.


En fin, en la TV analógica la presencia de virus informáticos era un tema ajeno. Sin embargo con la migración a TV digital este asunto empieza a tener importancia, sobre todo considerando que los nuevos equipos vendrán equipados con interfaces de ejecución de código y de interactividad, y que además muchos de ellos estarán conectados a la Internet. Imaginemos por un momento STB’s equipados con procesadores capaces de soportar sistemas operativos como Windows, con una interfaz gráfica muy intuitiva, y atractiva a la vista, pero con agujeros de seguridad imposibles de cubrir ni con un millón de parches. Esto pondría en riesgo el sistema completo.

Imaginemos STB’s atrapados en un solo canal, guías de programación adulteradas, spots publicitarios corriendo en un lazo infinito, estadísticas alteradas, transacciones alteradas o detenidas, información personal y crítica expuesta, en fin, una cantidad enorme de potenciales daños.

Existen dos aspectos que vuelven a los STB’s especialmente vulnerables, uno es el hecho de que su capacidad de procesamiento es a la vez lo suficientemente grande para soportar el funcionamiento de un virus, pero no lo suficiente como para soportar un sistema completo de protección antivirus. El otro aspecto es el tipo de usuario que generalmente estará frente al televisor. Esto es algo que no puede obviarse y debe tenerse muy en cuenta al momento de desarrollar los STB’s.

Equipar los equipos con firewalls embebidos y otro tipo de dispositivos en hardware puro y duro puede ayudar a contrarrestar el problema, pero la versatilidad del software no puede dejarse de lado. La capacidad de procesamiento debe dar soporte a sistemas de protección contra código malicioso e incluso contra fragmentos de software mal depurado.

Recientemente Venezuela y Ecuador anunciaron que fabricarán sus propios STB’s, desafortunadamente no se ha dado muchos detalles sobre este tema. Pero aquí caben dos preugntas: estos equipos vendrán equipados con soporte para interactividad? Y más crítico, de ser así se están tomando en cuenta medidas para contrarrestar potenciales vulnerabilidades que expongan los equipos a código malicioso?

Finalmente cabe recordar algo importante, un gran número de usuarios de STB’s tienen poca o ninguna experiencia con computadores y sistemas operativos lo que los vuelve especialmente vulnerables a ataques informáticos, y de hecho pueden llegar a ser objetivos claves de criminales informáticos que encontrarían blancos fáciles para robar información crítica como claves y números de tarjetas. Un usuario sentado frente al teclado de un computador conectado a la Internet tiene por lo menos una idea de lo que implica ser atacado por un virus y el término le resulta por lo menos familiar, pero para un “usuario” sentado frente a la TV la historia es totalmente diferente.

Después de todo, con la difusión de la interactividad a través de los STB’s existirá un gran número de usuarios nuevos en la Internet, la mayoría “novatos” en la red, que simplemente encenderán sus equipos para ver una película o un partido de fútbol, y que estarán cómodamente recostados en su sofá sin pensar en los riesgos de haber dejado su información expuesta en un equipo tan inofensivo como su propia TV.

Cierto, lo sé, suena muy dramático, y quizás alarmista, pero bueno, hay una máxima en el diseño de los sistemas: “en cualquier diseño de ingeniería se piensa siempre en el peor de los casos”.